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La hora de la verdad

Parecía que nunca iba a llegar, pero aquí estamos. A dos días de que acabe el curso y todos nosotros seguimos siendo las mismas personas que se sentaron en clase en septiembre de 2016, atemorizadas por lo que se nos venía encima.

No ha sido un curso fácil, eso está claro. Pero podría decir que ha sido un curso decisivo en mi vida. He descubierto mucho sobre mí misma, sobre hasta dónde soy capaz de llegar, mis límites, mis puntos débiles...

La asignatura de biología ha sido clave para descubrir todas estas cosas, porque todos podemos afirmar que ha sido una de las asignaturas más duras de segundo de bachiller.

Cuando empezó el curso la asignatura no se parecía mucho a lo que yo me imaginaba que sería, aunque tampoco me disgustaba. Conforme pasaron los meses me fui dando cuenta de que en realidad todo esta materia sirve para asentar una base, para poder entender mejor lo que viene a continuación. Al principio me costó un poco darme cuenta de que este tipo de asignaturas se tienen que coger con tiempo, ya que yo nunca he sido de las de ponerme a estudiar un mes antes de los exámenes. Y tuve que aprender a hacerlo, a fijarme unos objetivos y a intentar llegar a mi meta. Y en el camino, descubrí que realmente me gustaba estudiar biología.

En esta etapa de mi vida tengo muy claro qué es lo que quiero hacer, e intento dedicarme a conseguirlo con todas mis fuerzas, aunque algunas veces se haga muy difícil, o el estrés y la presión parezca superar a la motivación.

Hace un tiempo vi un vídeo de un chico llamado Jaime Redondo. Un chico normal de 17 años que sacó un 10 de media en segundo de Bachiller y un 14 en Selectividad. Me quedé sorprendidísima al ver la notícia, y busqué información sobre él en Youtube. Encontré este vídeo que me gustaría compartir en el blog, para darme a mi misma un empujón, ponerle punto y final (o no) a este blog, y también para todos los que me leéis. Espero que vuestros sueños se hagan realidad.

Un abrazo.

Laura


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