Empezamos un nuevo y último curso en el colegio. Para llegar hasta donde estamos ahora hemos tenido que hacer muchas elecciones, desechar opciones y tomar decisiones que van a influir en nuestra vida para siempre. Estoy donde estoy ahora mismo gracias a haber tenido que responder a mis propias preguntas. ¿Qué me gusta estudiar? ¿A qué quiero dedicarme? ¿Qué sacrificios estoy dispuesta a hacer? ¿Confío en mí misma para llevar a cabo lo que me propongo?
Todas estas preguntas, y muchas otras más me han acompañado en mi vida de estudiante, y otras tantas más lo siguen haciendo a día de hoy, y lo harán durante toda mi vida, ya que el camino que he elegido es el de nunca dejar de ser una estudiante. Esto es porque, desde que en la ESO me empecé a interesar por la rama de biología, he decidido dedicar mi vida a la salud.
La carrera de Medicina no es fácil, y soy consciente de ello, pero realmente me siento lo suficientemente motivada para hacer todo lo posible por conseguir ser médico, y por esta razón (Además de mi gusto por la asignatura) he elegido cursar Biología en 2º de Bachiller.
Antes de empezar el curso, repasé por encima el temario de Biología para hacerme una idea de lo que me iba a encontrar al empezar el curso, y la verdad es que al principio me asusté un poco al ver que a lo que le habíamos dedicado un tema en 1º de BAT, este año ocupaba todo un bloque. Me impresionó la cantidad de temas dedicados únicamente a las biomoléculas o a las células, pero también me parecieron muy interesantes los últimos temas sobre microbiología e inmunología. Sinceramente, estoy deseando ver lo que nos espera el curso, aunque sé que cuando se acerque el final vamos a estar todos de los nervios.
Por ello, este año he decidido hacer algo que casi siempre me propongo y casi nunca cumplo: Llevar la asignatura al día.
Sólo hemos dado un par de clases, pero me ha bastado para darme cuenta de que es un temario muy extenso, que va a necesitar mucho más que un par de semanas para aprenderse, por lo tanto me he propuesto ser constante y no dejarlo todo para la última semana.
A parte de esto, también voy a seguir con mi método de estudio favorito: usar todos los métodos. En primer lugar, es muy importante que esté muy atenta en clase y tomar notas de todo. A continuación, leerme la lección en el libro y contrastar con los apuntes. Completar información y añadir datos que crea necesarios. Durante este paso, subrayo las ideas más importantes mientras voy leyendo el libro. Después dedico bastante tiempo a memorizar, leer muchas veces algo que no entiendo y explicar con mis palabras las respuestas para no depender de la memorización. Me gusta tener un esquema mental de lo que he estudiado. Saber de lo que tengo que hablar y en qué orden hacerlo, y a partir de ese esquema le doy forma redactando con ayuda de mis apuntes y del libro. Otro método que suelo usar mucho son los esquemas, ya que aportan mucha información reducida y fácil de entender, y normalmente los utilizo para tener claras las ideas principales.
El año pasado también utilizaba estos métodos y me dieron buenos resultados, ya que hay algunas cosas que recuerdo muy bien, como las biomoléculas (que estamos dando también este año en profundidad), la mitosis, o el aparato respiratorio de algunos seres vivos.
Centrándonos en este curso, me he propuesto dar lo máximo de mí misma y esforzarme mucho para llegar a mi meta.
Y para terminar, os dejo por aquí esta imagen creada por mí, aunque la frase es de Peter Druker, considerado el mayor filósofo de la administración del siglo XX:
